viernes, 16 de enero de 2009

Bernardo de Jesús Saldaña Téllez
Centro para el Desarrollo Ciudadano Interfronterizo
(Ponencia presentada por el autor el 19 de Noviembre de 2008 en el II Congreso Internacional “Repensando lo público”. En la Facultad de Ciencia Políticas y Sociales de la UABC-Mexicali).

La percepción de la realidad, la falsa conciencia y los valores invertidos.
La violencia se ha desatado en la frontera norte de México y de ahí para el resto del país. Enfocándolo en un modelo global de análisis, el problema esta presente en la realidad, geográficamente en la colindancia con los Estados Unidos de América. Me pregunto si son problemas sociales separados que debe resolver cada país en términos de soberanía, o si son problemas que implican mutuo entendimiento y gran contenido de análisis humanista, sobre todo para interpretar los fenómenos desde las distintas instituciones, desde sus diferentes formas de percibir la realidad e interpretarla; me refiero a la academia, a los organismos de gobierno, a todas instituciones aquellas propias de la sociedad civil.
[1]
En cualquiera de los casos, para lograr una objetividad en la interpretación de la realidad, es necesario aplicar una categoría de análisis para abordar dos variables; gobernabilidad y seguridad. Para ello recurriré a distintas interpretaciones y concepciones del Estado; iré desde la filosofía, el derecho, la sociología, las ciencias políticas, la antropología, la administración pública y la historia, entre algunas otras referencias que sirvan para explicar la cultura dominante. Las distintas interpretaciones aparecen como recursos para poder llegar al tema que me interesa repensar; la gobernabilidad como la razón del Estado.
Comenzaremos con lo que Karl Marx describió como falsa conciencia; comienzo aquí porque en la percepción de la realidad nos pueden engañar los sentidos, en consecuencia quedarnos en análisis parciales al abordar únicamente las consecuencias. Si eso hacemos, se corre el riesgo de dejar por un lado las causas que generan los fenómenos sociales, sin analizar los orígenes en la variable independiente que repercute en la esfera de gobierno, mejor dicho; que deberían repercutir en las esferas de gobierno.
Las portadas en los periódicos son noticias con encabezados en nota roja, en consecuencia la gente reclama seguridad, se engrosa el reclamo, el decir popular corre más rápido, exclama la gente a grito abierto que existe inseguridad (como consecuencia), pero en realidad lo que existe es la ingobernabilidad (como origen). Estando de acuerdo con la percepción social de la colectividad, estoy completamente de acuerdo, sí existe inseguridad; pero como consecuencia de la ingobernabilidad.

En el nombre de la seguridad, hemos dejado de analizar la función y el desempeño del gobierno, de los gobernantes; hemos dejado de cuestionar los planes de desarrollo, tanto el nacional, estatal y los respectivos en cada municipio. No hemos cuestionado los programas operativos anuales (POA´s) ni los programas sectoriales, algunos de los gobernantes tampoco han presentado programas de trabajo, para la mayor parte de la gente ha pasado desapercibido que los gobernantes en sus discursos y en diario hacer de su mandato no hablan de los objetivos de desarrollo del milenio que ha alentado la Organización de las Naciones Unidas y que han adoptado algunos países parte, objetivos prioritarios para erradicar la pobreza extrema y el hambre; la educación universal laica y gratuita; la igualdad entre los géneros; reducir la mortalidad infantil de los niños; mejorar la salud materna; combatir el VIH/SIDA; sustentablidad del medio ambiente; fomentar una asociación mundial; entre otos objetivos de carácter social que tienen a propiciar calidad de vida, seguridad ciudadana. En contraparte, el gobierno federal en número uno de sus prioridades, ha ponderado como prioridad de su gestión el estado de derecho y la seguridad;
[2] pero no ha establecido cómo se va a lograr superar la pobreza y el subdesarrollo que debe ser prioridad de la gobernabilidad. En el mismo sentido va el Plan Estatal de Desarrollo de Baja California al llevar como prioridad el eje uno que ha llamado seguridad y justicia integral; “para la prevención del delito, la promoción de la participación ciudadana en la denuncia, así como en el diseño y la evaluación de estrategias de combate a la inseguridad.”[3] Los municipio de Tijuana, Ensenada y Playas de Rosarito han seguido la misma temática, con las noticias que siguen impactado de manera cotidiana, casos contrarios los de Mexicali y Tecate donde han puesto como prioridades la política social y el desarrollo socioeconómico, respectivamente.

Sin embargo, tal vez sería injusto decirlo, que se puede apreciar desde el conocimiento empírico y sin necesidad de probarlo en experimentación científica. Tal vez causaría molestia al decir que muchas de las personas en responsabilidades de gobierno no tienen noción que la verdadera y única razón del Estado es la gobernabilidad; que la gobernabilidad implica en consecuencia, la generación de empleos, el desarrollo tecnológico, la construcción de infraestructura para el desarrollo, el florecimiento de la cultura y las artes, pasar del civitas como una condición de derechos políticos y de alternancia de partidos políticos en el poder, al civilis como una expresión excelsa de civilidad, así como se han referido Hegel y Ferguson a la condición civilizada.
[4] Pasar de lo enunciativo a la praxis, cito por ejemplo a las universidades, todas son depositarias del derecho, de las ciencias y de las artes; sin embargo pocas están ligadas al debate de las ideas y de la realidad, se quedan en el título enunciativo, me refiero a cuando la educación se convierte en producto de mercado, sin ideas políticas, sin reclamo social, sin la filosofía del derecho.

En consecuencia de una sociedad sin efervescencia, comparando la sociedad fronteriza en el norte de México con una Coca Cola a la que se ha escapado el gas, esta es una sociedad flat, completamente flat y sin burbujas efervescentes, sin ideas políticas que constantemente restituyan el tejido social, que propician los pesos y contrapesos del poder. ¿Cuántos muerto más para actuar en términos de la gobernabilidad? Porqué ponderar en los programas a la seguridad pública, si el punto número uno en la agenda de todo gobierno, de todos los tiempos, es tener como prioridad la gobernanza, la gobernabilidad misma.
Paso de invocar la equivocada estrategia de seguridad pública que ha olvidado, no sabe, o no quiere saber, que la lucha de clases comienza con la violencia cuando al individuo se le han cerrado las opciones de desarrollo; paso a rescatar lo sublime de la seguridad ciudadana, un término en la cual se contempla la paz y el respeto irrestricto a los derechos humanos, la vigencia del contrato social, del orden jurídico y su poder de coerción para evitar el casos, la violencia, el salvajismo. Son paradigmas que no son iguales, son interpretaciones diferentes de la realidad.

Veamos los valores trastocados; actualmente, México tiene el segundo lugar en el mundo con adultos enfermos de obesidad, 44 millones de personas respaldan la cifra; además se tiene el primer sitio con niños que padecen la misma enfermedad.
[5] Según cifras que dio a conocer especialista en nutrición del IMSS y así fue publicado por el diario El Universal, en su edición del pasado 15 de Octubre de 2008. Dice el artículo: “Revela una encuesta del Instituto (Mexicano del Seguro Social) que uno de cada cuatro menores de entre 5 y 11 años de edad, padece de este mal, por lo que el problema dejó de ser privativo de la población adulta”.
Esto significa que en el futuro, el Estado mexicano tendrá un fuerte gasto del presupuesto de egresos para atender un problema que no se ha previsto con anticipación, un tema tan importante para el Estado mexicano, como el tema de los hidrocarburos, los ferrocarriles, la energía y la política monetaria; la obesidad es un tema que traspasa las políticas públicas para convertirse en políticas de Estado, como la migración y el libre flujo dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, tanto de mercancías como de seres humanos. Este porcentaje del presupuesto a que refiero para atender a los enfermos de obesidad, deberá estar completamente destinado para atender a adultos con problemas de salud por diabetes mellitus-2, hipertensión arterial esencial, dislipidemia, y todas las enfermedades colaterales que se generan a partir de la obesidad; será inmenso el gasto gubernamental para prepararse a atender a una población de niños que crecerán con ese problema. Un problema completamente severo y delicado para el Estado mexicano, para la calidad de vida de sus ciudadanos, a la ONU le preocupa la mortalidad infantil, en consecuencia la salud de los menores; tal vez si adoptáramos los objetivos del milenio, contribuirían a reducir en algunos grados las diferencias fronterizas que le dan forma a la imagen asimétrica.
Aun con los problemas inherentes al fenómeno social de la obesidad en México, a pesar de ser problema serio y mortal, considero, que el problema mayor reside cuando el colectivo social ve a una persona delgada, le preguntan que sí esta sana, y en casos extremos se atreven a preguntarle que sino anda en drogas. Así preguntan los enfermos, le preguntan a la persona que en las mas de las veces esta sana. Al vincularlo con la concepción de la realidad, lo grave es que el régimen ha invertido los valores, ha trastocado los significados de lo inaceptable por perjudicial y lo deseable por utilidad pública. Con esa perversidad de los valores invertidos, se pretende hacer creer a los mexicanos que padecemos de inseguridad como un mal social. Reitero, sí hay síntomas de inseguridad pero realmente padecemos de ingobernabilidad, la falta de gobierno es la patología social.

En el tema de la gobernabilidad no podemos dejar de ver la organización de los poderes públicos y el sistema de equilibrio y de poder; desde esa óptica, cuando hay conatos de violencia, el régimen atiende invocando a la seguridad, pero es como si el Estado mexicano tuviera una peritonitis que le causa fiebre a punto de flama en el paciente, y en vez de operar se la pretenden bajar con remedios o aspirinas. Pudiera parecer discurso político mi análisis sociológico, falta probarlo académicamente, y aunque así fuera o no lo hiciera, ya el mismo Max Weber combinó el pensamiento político con el quehacer científico. Yo invoco a la gobernabilidad, a la seguridad ciudadana, al régimen Constitucional y democrático, cito una descripción que hacia el constitucionalista Jorge Carpizo, porque el reto es alentar las libertades, con la seguridad y la responsabilidad que son inherentes al Estado.
“Al final de cuentas los conceptos de democracia, Constitución, orden jurídico, democracia y Estado de derechos se imbrican y se encuentran estrechamente relacionados entre sí, en virtud que una Constitución y un Estado de derecho que no son democráticos no son tales, sino instrumentos de opresión”.
[6]

Insisto en la percepción de la realidad, la falsa conciencia y los valores invertidos, porque los planes de desarrollo que ponderen la seguridad por encima de las garantías constitucionales y de la gobernabilidad, estos proyectos de gobierno sino se cuestionan de manera objetiva, corren el riesgo de convertirse en sicarios de la incipiente democracia que aun no alcanza su madurez. Es necesario repensar, cuestionar en todos los foros el porqué darle prioridad a la seguridad sobre la gobernabilidad, es necesario hacerlo, alentar el debate social por el régimen democrático, dejarlo así es contribuir a sentar las bases de un sistema de gobierno y de justicia completamente injusto. Coincido con Milton Emilio Castellanos Goút cuando se refiere al Estado Democrático de Derecho como un Estado de Justicia, cuando se refiere a que
“El principal desafío para los mexicanos está en reorientar la cultura política democrática, hacia el entendimiento de que la articipación del pueblo en las tareas oficiales del Estado no se limitan, mucho menos se agotan, en la elección de los integrantes de los órganos representativos; sino que implican muchas otras formas de acción política concreta que, van desde el referéndum, el plebiscito, la iniciativa ciudadana y la revocación del mandato, hasta un más claro, transparente e imparcial acceso a la justicia en general y específicamente a la justicia social.”
[7]


La violencia y el monopolio de la violencia
De acuerdo a los últimos acontecimientos, hasta este momento, el Estado mexicano ha dejado la expresión de la violencia en delitos clasificados en dos términos: del fuero común o federal; según la categoría y forma de trasgresión a la ley. Pero el gobierno no ha analizado a la violencia desde distintas ópticas, una de ellas, como la perspectiva que tienen Marx y Engels al interpretar la violencia como “la fuerza propulsora de la historia”.
[8] No soy marxista, el régimen en turno tampoco, sin embargo es material intelectual de referencia que nos explica como la violencia genera cambios en la historia del mundo y de la humanidad.
En el supuesto que todo lo que sucede, y suceda, sea síntoma de cambio del orden institucional. Cabe preguntarnos ¿Históricamente que esta cambiando? Al repensar lo público con respecto a la zona interfronteriza donde vivimos, me hago el siguiente razonamiento: Si la violencia aparece como dolor de parto para dejar de ser una civilización vieja, para permitir el renacer en una nueva y moderna; de ser así, entonces una sociedad por medio del salvajismo se aleja de un estadio histórico salvaje, ya que por la barbarie un pueblo bárbaro deja de ser bárbaro, luego aparecen las instituciones publicas, sociales, el Estado mismo. De acuerdo a los autores que he citado, así han nacido para
“...comenzar desde el principio. (Roma y los bárbaros, el feudalismo y las Galias, el Imperio Romano de Oriente y los turcos)”.
[9]

Para alcanzar la gobernabilidad en la frontera, no se puede dejar de analizar la estructura social, la composición de la sociedad y sus expresiones en la dimensión interfronteriza, el análisis académico, y el trabajo político es en ambos lados de la línea divisoria. Es imperante reconceptualizar al Estado, a lo mejor ya no dentro de aquel paradigma del Estado-Nación por anacrónico, por anticuado, tal vez en una nueva dimensión como Estado-Empresa
[10] por su evolución y representación que hoy ha alcanzado; en este caso es necesario un escrutinio a los gobiernos y las formas de gobierno que tiene cada país, a sus formas de producción dentro del sistema capitalista, entender y explicar la cultura global, la propia de cada identidad. Sobre todo establecer un nuevo paradigma en las relaciones internacionales; se convierte en imprescindible una nueva relación para explicar y entender que tenemos un destino en común, compartido, dentro del nuevo orden mundial.

Uno de los objetivos de este II Congreso Internacional, Repensando lo público, es analizar la reforma del Estado y el desarrollo transfronterizo; lo entiendo en dos dimensiones, en un contexto global y en uno político; entiendo que la finalidad de este congreso es propiciar un foro donde se cuestione la realidad y se pondere el régimen democrático. En ese sentido, cuando trabajé en la LVI Legislatura del Congreso de la Unión (1994-1997), era imperante para las tareas institucionales abordar la reforma del Estado, doce años después es tarea inacabada porque el Estado es cambiante, directamente proporcional a la expresión cultural del grupo social que lo ha constituido. Antes el reto para la reforma del Estado era propiciar órganos electorales autónomos e independientes del gobierno, depositarlos en manos de ciudadanos y se avanzó mucho; aunque tenemos que rescatar todo lo avanzado. Actualmente sigo sosteniendo mi tesis en el sentido que es necesario construir sociedades democráticas y esas únicamente se logran al propiciar el desarrollo ciudadano, ciudadanía en consecuencia como equilibrio de poder. La reforma del Estado no se puede dar por decreto ni en plan nacional de desarrollo, la reforma del Estado implica que el estadista tiene la misión de alcanzar al DNA de la sociedad mexicana, transforma en su composición genética, alterar sus manifestaciones hasta alcanzar una expresión cultural diaria, permanente, una democracia omnipotente y omnipresente en todas las esferas de la vida cotidiana.

Cuando se padece de ingobernabilidad, en consecuencia, lo que debe preocuparnos a los ciudadanos, a las instituciones de gobierno y a la sociedad civil, es la gobernabilidad, ya que al lograr la gobernabilidad se recupera la seguridad, sobre todo debe de importarnos porque la seguridad es directamente proporcional a la democracia. Una democracia que nos debe preocupar a todos, por sus dimensiones hemisféricas, por su facilidad de brincar fronteras que ninguna medida de contención puede parar.

Considero que en una sociedad constituida por individuos concientes de sus obligaciones y derechos, ellos pondrían en relieve la errónea apreciación de recuperar la seguridad por medios militares, ya que eso implica poner en riesgo al Estado democrático y los valores inherentes a la democracia. Luego, aunque así fuera, por si misma no es suficiente garantía para recuperar la gobernabilidad, sino más bien de poner bases de una dictadura donde coincidan clero político, capital y militares. Pienso que la responsabilidad que corresponde a la gobernabilidad es propiciar las condiciones de desarrollo integral de todos los ciudadanos, además de solucionar los problemas en sus causas; atacar las consecuencias es lucha fraticida, sin sentido; sobra decir que falta visión de Estado para cuidar con educación y creación de empleos, a la presente generación y a las siguientes.
Hablo del problema de la obesidad y de la importancia de un Estado previsor, aunque suene a pleonasmo, el Estado en su propia naturaleza tiene que prever sus prospectivas económicas y sociales, de manera sustentable y sostenible.

Con respecto a Baja California, éste estado de la república mexicana se ha hecho famoso por haber sido la primera entidad federativa que rompió con la hegemonía de un viejo régimen político, ha cambiado su prestigio de haber sido cuna de la democracia en términos del civitas y el ejercicio de los derechos políticos, su prestigio honroso ha sido cambiado por fama negra, alcanzada en términos del civilis, o por su ausencia. Se dice con una falsa conciencia que la delincuencia ha crecido mucho,
[11] se dice que existe inseguridad, la verdad es que esos dos fenómenos no crecen, no han crecido a pesar de tan lamentables hechos de sangre e irrecuperables perdidas de tantos seres humanos. Lo que realmente existe en términos de indicadores, es que han disminuido las facultades de los gobernantes, por lo tanto lo que existe es ingobernabilidad[12] y en consecuencia hace presencia la aparición de la violencia.[13]
Aunque se recuperará la tranquilidad con una paz romana
[14], eso no nos otorga a los individuos el sentido completo de la gobernabilidad, ni la categoría de ciudadano[15] para participar en los asuntos públicos de la ciudad, menos se alcanza la exigencia de la gobernabilidad democrática. Entonces hay dos temas pendientes de la reforma del Estado, crear órganos ciudadanos completamente autónomos con relación al régimen y crear una nueva generación de gobernantes con un alto sentido democrático, forjados en el valor de propiciar el desarrollo ciudadano con las responsabilidades inherentes al Estado. Corresponde a nosotros los estadistas la responsabilidad para propiciar las nuevas formas de gobierno y la organización de los poderes, de tal manera que se logre fecundar a la generación que logre la consolidación democrática.

Cabe un argumento cordial, conciliador, con ganas de buscar soluciones que restituyan la gobernabilidad. Un problema que enfrentan los gobiernos en México, en algunas entidades federativas y municipios. Casos específicos en la frontera norte, Baja California como estado, Tijuana y Playas de Rosarito como municipios; el déficit mas grave que enfrenta es la falta de líderes, de personas capacitadas técnica y políticamente para el desempeño de la gobernabilidad; pero que no están en el desempeño de funciones públicas. Salvo las honrosas excepciones de quienes pertenecen a generaciones anteriores y que nos han antecedido, actualmente son muchas personas en cargos gubernamentales pero la mayor parte de ellas sin la noción del Estado. Esto es un problema político y social que va más allá de cualquier partido en la oposición o en el gobierno, ya que no hay gobierno ni hay oposición, eso ha causado que los vacíos de poder sean llenados por alguna entidad de poder fáctica o por alguien. Cuando prevalece el balazo se acaban el debate, el choque de ideas, la dialéctica misma, la posibilidad de renacer socialmente.
Ante la ausencia de gobernantes con noción de lo que implican las atribuciones desde las instituciones que constituyen al Estado, algunos funcionarios toman decisiones y acciones que provocan caos, ya que en sus criterios para la acción gubernamental, ponderan lo urgente postergando lo importante.

Con respecto a las características culturales que tiene este lugar, a la percepción de la gente y a la realidad que viven; la sociedad civil en la frontera pudiera sentirse segura con los militares en la calle, aun con ese supuesto de falsa conciencia, en la realidad cuando se contabilizan los beneficios y los daños colaterales, esas acciones ponen en riesgo que se acabe con los gobierno civiles y democráticos que tanto esfuerzo nos ha costado construir. Es fácil de explicar esta barbarie, lo que cuesta trabajo es definir cuáles son los indicadores de la civilización. Para algunos es la educación y la cultura, estoy de acuerdo, pero con ideas, con ética y moral, son sobrada responsabilidad moral. ¿Acaso el doctor Hannibal Lecter de la película el silencio de los inocentes no era culto y educado? Sin embargo realizaba actos contarios a la integridad física y moral del ser humano, lo que implica redoblar esfuerzos institucionales para prevenir con gobernabilidad los temas de la seguridad. ¿Cuántos egresados universitarios tiene Baja California por año? ¿Cuántos presumen su posgrado? No sé, pero pocos son los que salen con responsabilidad social y decir alto al caos, alto al Hannibal Lecter que acaba con nuestra sociedad. Es parte de la gobernabilidad empoderar al profesionista para cuidar del orden social, para que cuestione al mismo gobierno esa es la dialéctica que solo los autoritarios suprimen.

Pienso que el Estado es la entidad que establece el valor de civilización al distinguir la diferencia entre el ethos y el kratos, luego debe conjugarlos con mucha responsabilidad en el marco de la ética y la autoridad para no incurrir, ni en las instituciones enunciativas, ni en una reproducción de la cultura con tonalidades bárbaras a partir de sus actos.
Una vez que he referido algunos ejemplos de actos al margen del orden social, nuevamente abordo el tema de la gobernabilidad y sus facultades inherentes. Con respecto al monopolio de la violencia, cito a Max Weber cuando se refiere al Estado:

“Apenas existe una tarea que aquí o allá no haya sido acometida por una asociación política y, de otra parte, tampoco hay ninguna tarea de la que pueda decirse que haya sido siempre competencia exclusiva de esas asociaciones políticas que hoy llamamos Estados o de los históricamente antecedentes del Estado moderno. Dicho Estado sólo es definible sociológicamente por referencia a un medio especifico que él, como toda asociación política, posee: la violencia física. «Todo Estado esta fundado en la violencia», dijo Trotsky en Brest-Litowsk. Objetivamente esto es cierto. Si solamente existieran configuraciones sociales que ignorasen el medio de la violencia habría desaparecido el concepto de «Estado» y se habría instaurado lo que en ese sentido especifico, llamaríamos «anarquía». La violencia no es, naturalmente, ni el medio normal ni el único medio de que el Estado se vale, pero sí es su medio específico. Hoy especialmente intima la relación del Estado con la violencia. [16]

Hace un año, en el Colegio de la Frontera Norte durante la sesión de un diplomado, sostuve un argumento que nuevamente reproduzco, dije y vuelvo a decir con respecto a la realidad que vivimos, que para mí “es un reflejo de lo que ha dejado de hacer el Estado” y luego evoqué y interpreté a Max Weber, en el sentido que “nadie más que el Estado, tiene la facultad para mantener el monopolio de la violencia, y es para no usarla en perjuicio de los ciudadanos. Todo grupo delictivo que existe es porque el Estado se lo ha permitido; el Estado tiene la concesión de la violencia que sólo le pertenece al Estado y sobre el cual descansa el contrato social. Hay vacíos de poder que llenan los delincuentes cuando los gobernantes no tienen visión de Estado”.
Únicamente el Estado tiene la facultad de ejercer la violencia y el cobro de impuestos, cuando se pierde esa facultad o alguien la toma sin permiso, la solución para regresar a la gobernabilidad no son los militares como institución, son las fuerzas públicas del orden, entre ellas los militares; pero como simples instrumentos del Estado para la gobernabilidad.
Aunado a ello, Yo me pregunto. ¿Cuantos funcionarios de gobierno y líderes políticos en la frontera, sin importar a que partido pertenezcan, han leído a Marco Tulio Cicerón, sobre todo su libro “Para el buen gobierno de una provincia”.


Pero no sé porqué mi discurso se ha ido transformando en una lección cuando esa no era mi intención al inicio Y por cierto, ¿porqué daría yo clases a aquel que en esta materia –si bien sé que me es igual en sabiduría- me es superior por su excelencia? Sin embargo pensé que si mi autoridad pudiera apoyar tu actuación, te resultaría más agradable.[17]

Le digo que carecemos de cuadros políticos con un alto sentido de formación en las ciencias políticas y sociales; hasta el Estado-Empresa entiende la importancia del control de las acciones y de capacitar a los miembros de su organización.


La violencia y la crisis del modelo capitalista
A la fecha, los encabezados de los periódicos no han pasado de la nota roja; pero en su contenido, es una lucha entre los ricos, industriales y empresarios contra un grupo o personas que quieren beneficios del capital que poseen. Hace tanto que las universidades no hablan de esa lucha que ya ni me acuerdo como se llama cuando un grupo armado pide justa distribución de la riqueza, se me hace que se llama “lucha de...” quién sabe qué.
Desde mi interpretación de la violencia en zonas urbanas, donde el agraviado es el poseedor del capital; ese fenómeno social esta perfectamente determinado por la concepción marxista cuando afirma que la historia de la humanidad esta basada en estas manifestaciones; sin embargo carece del elemento ideológico para darle tal clasificación que me niego a dar a través de la palabra, para no crearla; pero si tuviera dicho elemento ideológico, más obligado estaría el Estado mexicano para adelantarse a dirimir las diferencias sociales y a garantizar oportunidades de desarrollo y ascenso social. Esta es una de mis apreciaciones de la realidad, otra es que cabe la responsabilidad y no podemos culpar a tal o cual por algo que o han sabido manejar ni llevarlo de nuevo a situaciones de control. En términos del desempleo, de la inestabilidad financiera, de la baja en el crecimiento interno, de la consecuente y progresiva aparición de descontento de los individuos que viven dentro de un modelo económico maquilador; desde esta otra interpretación, pienso que la violencia que vive México, es síntoma de una crisis global del sistema capitalista, un problema que no se resuelve con más pistolas y armas para los cuerpos de seguridad, se resuelve con seguridad ciudadana y una gobernabilidad que anteponga las oportunidades a la supresión.
De ser así, si la violencia es un síntoma de la crisis estructural del modelo capitalista, entonces nos debería interesar a todos rescatar la gobernabilidad y propiciar oportunidades de desarrollo en completa simetría, a tal grado que la diferencia de vivir en Canadá, USA, Chiapas o Tijuana; que la única diferencia sea la decisión del ciudadano cuando elija en dónde quiere vivir.

Desde la firma del TLCAN, han existido movimientos a favor y movimientos de carácter antisistémico, opositores al gobierno.
[18] Considero que no tengo el sobrado talento para juzgar como han sido las relaciones entre los socios comerciales, pero de lo que sí estoy plenamente convencido es que la vigencia del TLCAN debe ser en relaciones simétricas, que en la frontera norte de México, se deben propiciar nuevas relaciones políticas y de gobierno, alentar el nacimiento de una nueva sociedad democrática, llevar esta cultura al resto del país, para ello los socios comerciales juegan un papel fundamental al alentar los crecimientos en igualdad, de manera simétrica; la frontera norte es el mejor lugar para encubar el nuevo modelo social y político, para las relaciones interfronterizas que lleven al resto de México la consolidación democrática.

México ha tenido una tradición de cordialidad en las relaciones internacionales, así lo reflejan los actos de sus representantes en embajadas, consulados y representaciones ante organismos de alcance mundial. El Estado mexicano creo firmemente en la autodeterminación de los pueblos, su política exterior ha sido en favor de la paz; una doctrina que ha mantenido al presumir ante el mundo su gobernabilidad interior. Hoy las condiciones internas son diferentes, existe violencia al interior dentro de nuestras fronteras, pero hoy más que nunca, el Estado mexicano esta obligado a mantener su misma doctrina pacifista y al mismo tiempo rescatar la gobernabilidad para recuperar la seguridad, de no lograrla en el corto tiempo, deberían de preocuparse los socios comerciales de México, me refiero a los Estados Unidos de América y Canadá, debido a que como ya lo dije, compartimos un destino común en nuevo orden mundial; así lo hemos asumido desde la firma del TLCAN. Cabe preguntarnos cuál fue la visión que tuvieron para llegar a dicho acuerdo, cómo eran los contextos en lo político, social y económico.
En ese marco, los mexicanos veamos con un reclamo democrático, algunos querían ejercer el civitas; en el orden mundial se derribaba el Muro de Berlín y se acababa el orden de característica bipolar, me refiero al equilibrio que se propiciaba en la dialéctica Moscú-Washington. Al interior de nuestro país, tanto en lo económico como en lo social se acariciaban indicadores económicos de primer mundo, mientras que se arrastraban y se ocultaban las expresiones más lacerante de pobreza extrema; en consecuencia apareció la reforma al Artículo 27 Constitucional, la nueva ley agraria, la privatización del ejido, la casi paralización del campo mexicano.

Considero que cada nación tiene el pleno derecho a la autodeterminación, sin embargo me parece que los socios comerciales en el TLCAN no se han dado cuenta que la violencia que se esta presentando, en una de sus muchas interpretaciones como ya sostuve es la ingobernabilidad; para otros en la inseguridad; pero también se puede asumir la hipótesis que planteo de que puede ser una crisis estructural del capitalismo, como el síntoma de una patología estructural del modelo económico que ha prevalecido. De ser así ¿Cómo defiendo mi tesis?
De acuerdo con Max Weber, el capitalismo tiene su sustento en la ética protestante. ¿Qué pasaría si un Estado de las tres naciones asociadas pone en riesgo al Estado laico? Me pregunto como sería la más celebre de las obras del sociólogo alemán si por tendencias sociales hoy en vez de llamarse “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”, se llamará “La ética católica y el espíritu del capitalismo” ¿Seguiría el modelo capitalista si cambiará una de sus variables ideológicas? Creo firmemente en la libertad de cultos y de conciencia, aliento la libertad de decisión, incluso parte de la responsabilidad del Estado en la gobernabilidad es garantizarlas; por ello y por ninguna razón, no se pueden conjuntar los militares, capital y clero político en nombre de la seguridad. Considero que se agravaría la crisis que hoy tratamos de superar con respecto a la violencia y la crisis del capitalismo.

Del autoritarismo al vacío de poder, la importancia del regreso a la autoridad
He dicho que faltan liderazgos, es importante generarlos al interior de todos los partidos políticos, entiendo que existe otro eje dentro de este congreso que esta abordando la representación política y la democracia participativa; pero cuando los partidos políticos se convierten en franquicias, eso es tema de Estado, y un Estado democrático, debe lograr la consolidación democrática, eso se logra en la manera que el mismo Estado genere liderazgos, el debate de ideas, el análisis de las realidades sociales, en consecuencia la generación de verdaderos cuadros políticos, liderazgos de verdad que sean representativos de las causas sociales, y no simples secuestradores de la democracia que han convertido a los partidos políticos en franquicias de cargos públicos, privilegiando la docilidad y el servilismo.
Durante las últimas tres décadas del siglo pasado, México fue severamente cuestionado por su gobernabilidad interior, los grupos organizados como sindicatos fueron cooptados por el Estado; los grupos revolucionarios fueron identificados y controlados antes de irrumpir en actos de violencia; la mano de hierro imperó en cada presidente, lo único que los hizo diferentes fue la tela del guante para cubrir el poder del Estado. Esta parte de la gobernabilidad mexicana fue calificada como un “gobierno autoritario”, que atentaba contra la democracia, alentaba el corporativismo y permitía una relación política a través del partido de Estado, hablo de cuando había noción Estado. Después de ello, en la última década, vino un vació de poder que no ha vuelto a llenar la autoridad institucional, el corporativismo sindical fue reemplazado por una forma de organización que al definir conceptos, llamo a las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) u Organismos No Gubernamentales (ONG´s), al modelo lo clasifico como el “neocorporativismo”, en consecuencia los nuevos líderes al recibir recursos públicos pierden su origen contestatario, de contrapeso político.
Pienso que actualmente el reto de los nuevos líderes es recuperar la gobernabilidad, llevar al gobierno de regreso a la autoridad, anclarla en los poderes públicos que permitan nuevos sistemas para el equilibrio en el ejercicio del poder. La importancia de la gobernabilidad estriba en regresar a la autoridad, sin extralimitarnos; por ello insisto en la importancia de la seguridad ciudadana, en la construcción de modelos de desarrollo económicos, sociales y políticos que permitan la formación de una nueva clase política en todos los partidos políticos y sectores de la sociedad civil. Al construir un Estado, el elemento básico es el ciudadano, los ciudadanos son el mejor contrapeso contra el autoritarismo y los vacíos de poder.
Insisto en la construcción de ciudadanos para suscitar el debate sobre el análisis de los principales impactos estratégicos de las reformas estatales, dentro de un contexto transfronterizo en distintas y diversas dimensiones; social, política, económica, jurídica y administrativo; que integran programas y experiencias internacionales con respecto a la eficiencia y eficacia en las decisiones implicadas en los nuevos problemas públicos, locales y en su contexto mundial.
Por ello la importancia de analizar en conjunto, tanto a la indigna calidad de vida que han reproducido en la frontera norte de México, todo con el argumento de generar empleo dentro de un sistema de producción que agravia al modelo de desarrollo social, impide la construcción de una ciudadanía donde imperen civilis y civilitas, el modelo económico en la frontera ha trastocado al pilar del orden social mexicano. El Estado no otorga concesiones; gobierno que da una en contra de su gente, da todas las siguientes.
Al repensar, considero que se perdió una oportunidad de industrialización para México y es imperante reencontrar el rumbo y aprovechar todas las siguientes oportunidades; es necesario sustituir la neohacienda
[19] por una competencia plena de mercado, en relaciones simétricas con nuestros socios comerciales. Otros líderes se han opuesto al capitalismo, yo quiero un México completamente capitalista en la producción industrial, pero recuperando los fines que tiene el Estado para garantizar protección social a los ciudadanos al mismo tiempo que se garantizan condiciones de competencia y propiedad privada, al individuo y al modelo de mercado.

Conclusiones:
De acuerdo a los acontecimientos se puede apreciar la amenaza de la ingobernabilidad bajo los siguientes indicadores de la administración pública:
La inseguridad es consecuencia de la falta de gobierno, la seguridad se logra con la gobernabilidad.
Lo que debe preocuparnos es recuperar la gobernabilidad, al recuperar la gobernabilidad se recupera la seguridad.
El Estado tiene todos los elementos coercitivos y de fuerza pública para recuperarla a través de las instituciones.
La lucha es contra la delincuencia no contra el delincuente, contra la pobreza no contra el pobre, contra la ignorancia no contra el ignorante.
En todas las esferas de la vida cotidiana; sociedad civil, partidos políticos y aparatos de gobierno; prevalece una falta de liderazgos actuantes.
Imperante construir ciudadanos y una nueva generación política que alcance a todos los partidos políticos.
Para la gobernabilidad es necesario llegar al consenso; al consensar las acciones se logran los acuerdos políticos.
La falta de concenso social que ha existo en los diversos niveles de gobierno puede provocar un gobierno unilateral, sin diálogo y de caprichos que darían por consecuencia inseguridad e ingobernabilidad, en consecuencia se corre el riesgo de pierde la legitimidad del gobierno constitucionalmente constituido.
No existe una clase política, los principales actores en distintos sectores han sido avasallados. Lo que existe es una clase cortesana, confabulada y bárbara, adicta al contubernio, a la prebenda y que no responde a las necesidades políticas, sociales y económicas de la realidad.
En la frontera norte la gente ha votado por la alternancia de partidos en el poder; pero no distingue el poder político del poder simbólico del Estado, y menos el poder de la sociedad civil.
[20]
Es imperante alentar a los intelectuales.
El vasallaje que ha prevalecido en los partidos políticos ha fomentado un culto a la personalidad que no es congruente con los fines de la democracia y la optimización de funcionarios públicos altamente especializados.
Prevalece la mediocridad conjugada de incondicionalidad. Por ello insisto en la importancia de alentar sociedad civil y democrática.
Fundamental consolidar administraciones públicas con el servicio civil de carrera. De toda la gente que llega con un nuevo gobierno al ganar las elección, no toda al gente esta capacitada para responder en la elaboración, ejecución, implementación y supervisión de programas.
No hay diálogo social con los principales interesados.
En materia de seguridad pública, existen numerosos programas, iniciativas de ley y propuestas. En este tema la propuesta del Presidente Felipe Calderón Hinojosa de crear una policía única; no es factible porque implica perdidas irreparables para la democracia en términos de federalismo y autonomía municipal. Se perdería lo avanzado en términos de gobiernos locales capaces de lograr desarrollos regionales endógenos.
Existe un valioso capital social que esta en la capacidad de aglutinación por un interés en común. Es un valor social que es posible optimizar empoderando al ciudadano.
Todos los planes de desarrollo deben ser elaborados de manera integral, privilegiando el desarrollo económico y social. El tema de seguridad pública tiene la misma importancia que todos los demás temas; pero de ninguna manera debe anteponerse.
Debe elaborarse una agenda de gobierno, con los grandes temas nacionales, de cada entidad federativa, de los temas municipales en cada localidad. Ciencia, tecnología, patentes, arte y cultura están pendientes.
El régimen esta aceitando la maquinaria militar.
La reforma energética y del petróleo, es un tema delicado, se calienta el pueblo con sentido de pertenencia. Es innecesario llegar a los extremos causados por el régimen, la educación de mala calidad, los militares en la calle y la erradicación de intelectuales no contribuyen para crear una sociedad democrática, conciente de sus derechos.
Sacar a los militares a las calles, lleva riesgos.
Se corren riesgos democráticos contra el Estado mexicano.
Lo que esta en riesgo es el Estado mexicano, el régimen democrático y de derecho.
En ese sentido la delincuencia y la inseguridad son un buen pretexto, porque son temas que no existen sin permiso del gobierno.
Finalizo mi exposición de manera categórica; cuando hablamos de las relaciones entre individuo y el gobierno. La Gobernabilidad es la razón del Estado.


Bibliografía

―Arrighi, Giovanni; Hopkins, Terence K. & Wallerstein, Immanuel, Antisystemic Movements, Verso, Londres-New York, 1989.
―Bobbio, Norberto, Estado, gobierno y sociedad; por una teoría general de la política. Fondo de Cultura Económica. México, 1989.
―Carpizo, Jorge, Concepto de democracia y sistema de gobierno en América Latina, Instituto de Investigaciones Jurídicas de las UNAM.
http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/revlad/cont/7/cnt/cnt8.pdf
Consultado el 4 de noviembre de 2008.
―Castellanos Goút, Milton Emilio, Del Estado de Derecho al Estado de Justicia, Porrúa-UABC, 2004.
―Cicerón, Marco Tulio, Para el buen gobierno de una provincia (De ratione bene gerendae provinciae)
―Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/index.htm
26 de septiembre de 2008.
―El Universal
http://www.el-universal.com.mx/notas/547368.html
Consultado el 24 de Octubre de 2008.
―Gobierno de Baja California, Plan Estatal de Desarrollo 2008-2013
―Gobierno de la República, Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012
―Heller, Herman, Teoría del Estado, México, Fondo de Cultura Económica. 1985
―Marx, Karl; Engels, Federico; Obras Escogidas, Editorial Progreso, Moscú, 1974.
―Saldaña Téllez, Bernardo de Jesús, Política energética y derechos ambientales. Proyecto Millennium-México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM en conjunto con Universidad de las Naciones Unidas.

―Weber, Max, El político y el científico. Alianza Editorial. Madrid-México. 1991.


[1] Herman Heller, Teoría del Estado, México, Fondo de Cultura Económica. 1985, pág. 125. “A la sociedad civil en el sentido humanista-universalista. Y bajo tal concepto se entendía la esfera de la libertad de la vida civil concedida por el Estado absolutista, tolerante en eso
[2] Gobierno de la República, Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, pp. 41-80
[3] Gobierno de Baja California, Plan Estatal de Desarrollo 2008-2013, p. 22
[4] Norberto Bobbio, Estado, gobierno y sociedad; por una teoría general de la política, Fondo de Cultura Económica. México, 1989. pp. 60 y 61.
[5] http://www.el-universal.com.mx/notas/547368.html
Consultado el 24 de Octubre de 2008.
[6] Jorge Carpizo, Concepto de democracia y sistema de gobierno en América Latina, Instituto de Investigaciones Jurídicas de las UNAM.
http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/revlad/cont/7/cnt/cnt8.pdf
Consultado el 4 de noviembre de 2008.
[7] Milton Emilio Castellanos Goút, Del Estado de Derecho al Estado de Justicia, Porrúa-UABC, 2004, p. 107.
[8] Karl Marx, Federico Engels, Obras Escogidas, Editorial Progreso, Moscú, 1974, p. 71.
[9] Karl Marx, F. Engels, Idem.
[10] Vid. Bernardo de Jesús Saldaña Téllez, Política energética y derechos ambientales. Proyecto Millennium-México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM en conjunto con Universidad de las Naciones Unidas. “El análisis de las instituciones que pertenecen a la administración publica y la relación jurídica con respecto a la seguridad del individuo, puede ser revisada en el carácter articulador con empresas internacionales, sobre todo por su influencia social y económica, ya que también se convierten en instituciones, en una relación mas allá del Estado-sociedad, dentro de la globalización, el análisis es enmarcando al Estado-empresa, ambas con influencias en la seguridad personal de los individuos, la soberanía del Estado...
http://www.nodofuturomexico.org/revista/numero%204/contenedor.html
[11] Karl Marx, F. Engels, Opus. Cit. pág. 20-21. “La producción de las ideas, las representaciones y la conciencia aparece, al principio, directamente enlazada con la actividad material y el trato material de los hombres, como el lenguaje de la vida real. La formación de las ideas, el pensamiento, el trato espiritual de los hombres que se presentan aquí todavía como emanación directa de su comportamiento material”.
[12] Max Weber, El político y el científico. Alianza Editorial. Madrid-México. 1991, p. 83.
[13] Karl Marx, F. Engels, Op. Cit., p. 71.
[14] Entiéndase en México como una referencia para hacer alusión a la paz por el miedo al poder de las armas militares. Passim.
[15] Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en los artículos 34, 35, 36, 37 y 38 se habla del ciudadano; desde mi interpretación considero que han confundido al ciudadano con el elector o con el candidato que puede ser electo.
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/index.htm
26 de septiembre de 2008.
[16] Max Weber, Idem.
[17] Cf. Marco Tulio Cicerón, Para el buen gobierno de una provincia (De ratione bene gerendae provinciae).
[18] Giovanni Arrighi, Terence K. Hopkins & Immanuel Wallerstein, Antisystemic Movements, Verso, Londres-New York, 1989. p. 25.
[19] Término conceptual acuñado por el autor para referirse a la maquiladora, la compara con el modelo productivo de la dictadura porfirista.
[20] Herman Heller, Idem.